El pintor Aureliano de Beruete

El pintor Aureliano de Beruete


Este retrato, que reúne la inspiración velazqueña característica de este periodo del artista, la captación directa y rigurosa del natural, y la interpretación afectiva y profunda de la sobresaliente personalidad del efigiado, es el más destacado de cuantos realizó su autor. Sorolla, muy dotado para el retrato por su facilidad de captación de las fisionomías, especialmente de las masculinas, representó aquí a un personaje que unía a su excepcional conocimiento de la pintura, que coleccionó, apreció y estudió, su condición de destacado pintor y la de amigo íntimo, todo lo cual supuso un estímulo extraordinario para conseguir una obra maestra. 

Aureliano de Beruete (Madrid, 1845-1912) era el hijo menor de los cuatro que tuvieron el senador Aureliano de Beruete y Larrinaga (1800-1887), de origen navarro, y de María de los Ángeles Moret y Quintana (1818-1892), de origen catalán. Aunque se doctoró en Derecho en Madrid, se dedicó a la pintura, en la que sobresalió como paisajista. Su patrimonio, consolidado tras su enlace en 1875 con su prima María Teresa Moret y Remisa, nieta de banqueros, y retratada un año antes por Sorolla, le dio una total independencia. Como revelan su correspondencia y la misma dedicatoria del retrato ambos pintores tuvieron un trato cordial y frecuente.

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