Monja en oración

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En la Exposición Regional de Valencia de 1883, Sorolla obtiene con Monja en oración su primera medalla de oro. Esta obra, como tantas veces se ha repetido, está inspirada en Santa Clara en éxtasis, un cuadro de su maestro Francisco Domingo.

Probablemente, fue su primer biógrafo, Rafael Doménech, quien habló de esta inspiración que para él no suponía más que «la influencia natural ejercida por un maestro de prestigio en un artista incipiente». Y continúa Doménech: «Domingo había sugestionado a los artistas valencianos. Se dibujaba a la manera de Domingo en la clase del natural de la Academia de Valencia, y en su clase de colorido se pintaba a la manera de Domingo». Aunque esta influencia dura poco, no ocurre así con la admiración que Sorolla siente por su maestro, a quien sigue recordando cuando prepara su discurso de ingreso en la Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid: «Domingo fue el faro que iluminó la juventud de mi tiempo no sólo en Valencia, sino en toda España. Reunía todas las cualidades del artista soñado», y añadía: «¡Tanto amé al hombre, cuanto admiré al artista!».