El Patio de Comares, La Alhambra de Granada

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En 1917 realiza Sorolla el que será su último viaje a Granada, después de otros dos realizados en los años 1909 y 1910 para pintar. Si en sus anteriores visitas a la ciudad le habían capturado las vistas majestuosas de la Sierra Nevada, en esta ocasión se concentra en los jardines de la Alhambra, que representa con una pintura acuarelada, levísima, que convierte las imágenes en frágiles espejismos.

Es invierno, las albercas están heladas y Sorolla pinta prácticamente en soledad. Sus cuadros nos evocan una Alhambra melancólica, íntima; no hay apenas color y los encajes de las yeserías nazaríes se resuelven en toques ligeros que sugieren su textura. Y de nuevo el espejo del agua, duplicando la imagen. Es un Sorolla maduro, que descansa de los compromisos de los encargos recreándose en estos motivos delicados pintados para su propio deleite.

Tipos del Valle de Ansó

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Este cuadro representa a dos mujeres ansotanas anteun fondo de montaña, concretamente, el paisaje llamado «eslinaderas d´o Paco Ezpelá». La más joven Sebastiana Brun, que posa vestida de novia y llevando en la mano una rama de membrillo, es la misma niña que retrató Sorolla en Abuela y Nieta de Ansó, junto a ella, aparece Pascuala Mendiara, de Casa Cherón.

Tipos del Roncal

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La figura masculina, de espaldas y en negro y blanco, ocupa prácticamente la mitad derecha del lienzo. A la izquierda, dos mujeres, la más joven con fastuoso vestido en rojos, azules y blancos. La más anciana, en medio, en tonos oscuros. Las tres figuras se recortan sobre una panorámica del valle.
Pintado durante el verano

Sobre la arena, Playa de Zarauz

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Sorolla, buen aficionado a la fotografía desde los años en que trabajó como ayudante en el estudio de su suegro Antonio García Peris, utiliza en este cuadro un tipo de composición que resulta inimaginable sin la costumbre de ver instantáneas fotográficas: las figuras aparecen cortadas arbitrariamente, ignorantes de que están siendo fotografiadas-retratadas, lo que da al cuadro una impresión de total naturalidad.
Aunque este es un efecto que Sorolla valoraba especialmente; pocas de sus obras lo llevan a este extremo.
El resultado es una imagen que resulta sorprendentemente moderna, pues al no percibirse un fondo, un horizonte, las figuras parecen agolparse junto al plano mismo del cuadro dándole a este un gran protagonismo; la indefinición de los rostros desdibuja a los personajes y los convierte en meros elementos de una composición arbitraria de forma y color.

Tormenta sobre Peñalara, Segovia

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Sorolla pinta desde el llano segoviano (Segovia, España) las alturas del pico de Peñalara, el más alto de la Sierra de Guadarrama, cernidas por el cobalto del aguacero. La enfermedad de su hija primogénita, los estudios, bocetos y cartones preparativos de su magna obra para la Hispanic Society of America y la circunstancia de tener casa de verano en el pueblo serrano de Cercedilla (Madrid), explican la repetida presencia del Guadarrama en muchas de sus obras.

La alberca, Alcázar de Sevilla

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El pintor elige un rincón del Patio de la Alberca de los Reales Alcázares de Sevilla en el que se acentúa la sensación de intimidad y sosiego. A ello contribuye el punto de vista ligeramente picado y el encuadre fotográfico, descentrado y parcial. Los protagonistas del cuadro son el agua y los reflejos que en ésta se producen de los muros blancos y las macetas dispuestas en el borde.

La luz sesgada ilumina las macetas, el borde de la alberca y el arbusto de la derecha, estableciendo un juego de contrastes lumínicos que enriquece el reflejo amoratado en el agua.

Los Reales Alcázares de Sevilla atrajeron tanto al artista que muchos de sus rincones inspiraron los de los jardines de su vivienda en Madrid, actual Museo Sorolla.

Clotilde con los hijos, día de Reyes

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Sobre la mesa del comedor, con mantel blanco, Joaquín y María colocan sus cartas a los Reyes Magos dentro de los zapatos. Hacia el fondo Clotilde abre la ventana para que Elena deposite los suyos. De la parte superior, cuelga una lámpara con gran tulipa de cristal, único foco de luz de la de la composición. A la derecha y al fondo, gran aparador.
Pintado a finales del año.